Esto lo hice durante la noche y con una botella del siempre fiel y compañero de batallas, Carmen Margaux, ya que como se imaginarán no es poca pega. Al día siguiente invite a comer a Roberto Artigues, Juan Carlos García y Esteban Jarpa (este último se lo perdió en todo caso porque no llegó a la cita), todos amigos de la oficina, con quienes habitualmente degustamos algún platito durante la semana para hacerla más llevadera. Ni les cuento como quedaron esos pajaritos, acompañados de unas papitas dado y una ensaladita para poner el toque sano.
Cuanto aparte es el Petit Verdot, el cual lamentablemente no lo he podido encontrar a cá en concepción, ni siquiera en el mundo del vino, así es que si alguien sabe del dato que me sople porque relamente vale la pena tener unas botellitas de este mosto para disfrutar de platos elaborados como este, sobre todo ahora que esta apareciendo el cordero.